Los diamantes creados en laboratorio tienen una mayor importancia frente a la industria de la explotación de diamantes y la creación de valiosas joyas en la industria de la moda. Debido a que una parte de la producción de diamantes a nivel mundial proviene del sufrimiento humano de conflictos bélicos en regiones de África, las empresas encargadas del procesamiento de diamantes y creación de grandes joyas, buscan asegurar a sus consumidores piedras preciosas que no estén manchadas de ese terrible mercado. Lamentablemente la industria minera y comerciante de diamantes naturales carga sobre sus hombros una trágica historia, y la explotación de seres humanos para fines bélicos u de otras índoles oscuras en zonas de África, lo cual se ha cobrado miles de vidas, haciéndoles ganar el terrible apodo de “diamantes de sangre”.
La industria comercial de diamantes, ha dado un paso adelante para intentar mitigar las consecuencias de estos hechos, asegurando que los diamantes provenientes de estos conflictos son apenas el 0,1% de la producción mundial. Sin embargo, estas declaraciones no son suficientes para esconder o tapar una verdad tan dolorosa y cruel como esta. Gracias a todo esto, grandes compañías a nivel mundial han puesto todas sus fuerzas y recursos en desarrollar la producción de diamantes de laboratorio, sumando un esfuerzo no solo económico sino de conciencia social, en sus consumidores. Para ello, se buscan recrear las mismas condiciones naturales necesarias para la creación de un diamante.
Sabemos que el proceso por el que pasa el carbón puro para terminar siendo un diamante no es ni fácil ni rápido. Se necesitan miles de millones de años bajo grandes cantidades de presión y temperatura para que ocurra esta hermosa metamorfosis mineral. Para lograr esta misión, la industria utiliza un poderoso reactor de plasma que logra recrear temperaturas tan altas como las de la capa del sol.
Beneficios de la producción de diamantes en laboratorios
Las ventajas de la producción y uso de diamantes sostenibles siguen descubriéndose, entre las principales tenemos el valor, estas piezas suelen tener un precio menor que el de las naturales, aunque la industria está equilibrando esta balanza poco a poco, como dijo el principal regulador de diamantes a nivel mundial “un diamante es un diamante”.
Por otra parte, y no menos importante tenemos el tiempo, lo que supone un proceso de miles de millones de años, la ciencia lo ha llevado solo a meses. Esto no significa que sean de menor calidad o valor, estas piezas son indistinguibles de las naturales y más importante aún, libres de explotación humanitaria. Estas gemas están certificadas por institutos gemológicos, asegurando la calidad y valor de la gema, las cuales pueden alcanzar tranquilamente el valor de un diamante natural.
La demanda de estos diamantes de laboratorio crece cada día más, diariamente se producen aproximadamente más de 30 quilates, lo que viene siendo 5 a 11 gemas, una cifra alucinante, por lo que la industria sigue invirtiendo en la creación de nuevos laboratorios de producción. La cantidad de empresas que se suman al procesamiento o utilización de estos diamantes de laboratorio son cada vez mayor. Reconocidas marcas como FrancisDiamond, Swarovski, Breguet, Cartier, Chopard, Chanel, Bvlgari, entre otras, producen las joyas más alucinantes con diamantes, zafiros, esmeraldas, etc., acompañadas de oro de 18k dignas del valor de su nombre. Sin perder prestigio, calidad o renombre, ofreciendo una opción más ecológica y moralmente aceptable a sus distinguidos clientes.
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